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Mayo 31, 2022

Ni escuchar ni hablar: conversar ¿Cómo las juventudes y el Gobierno nacional pueden seguir construyendo confianza?

Ni escuchar ni hablar: conversar ¿Cómo las juventudes y el Gobierno nacional pueden seguir construyendo confianza?
No es un secreto: las juventudes del mundo de hoy creen menos en las instituciones ¿Por qué? En esencia hay dos razones: porque no se sienten parte de la conversación y porque han encontrado otros medios para conversar sobre lo que les interesa. Esto representa hoy un reto para Colombia. En Mis Manos Te Enseñan les hablamos sobre cómo las juventudes y el Gobierno nacional pueden seguir construyendo confianza.
Ni escuchar ni hablar: conversar ¿Cómo las juventudes y el Gobierno nacional pueden seguir construyendo confianza?
Según el estudio Aproaching the Future (2021), la ciudadanía espera que las organizaciones públicas o privadas ofrezcan soluciones relevantes a los retos globales. Sin embargo, solo un 17,3 % de las organizaciones afirma estar trabajando en ello.
 
Por años, las grandes organizaciones públicas y privadas han puesto en el centro de su misionalidad cumplir con ventas, con número de beneficiarios, en general, cumplir con metas para mostrar resultados. Solo en los últimos años, estas organizaciones comenzaron a percibir que la conversación con sus públicos de interés debía cambiar si querían seguir manteniendo y mejorando sus resultados. Que en el centro de su propósito deben estar siempre las personas.
 
Este cambio se da, entre otras, porque la tecnología y la conectividad han traído consigo un acceso casi inmediato a información, lo que representa mayor oportunidad de decisión por parte de la ciudadanía sobre qué consumir y qué no. Hoy las organizaciones la tienen difícil, porque solo aquellas que entienden a su público, logran llegar a su corazón/cabeza y a partir de ello construir confianza, son las que se mantienen en el tiempo y son respaldadas por sus usuarios.
 
Ahora, ¿todo esto qué tiene que ver con la confianza entre las juventudes y el Gobierno?
 


Una solución: las juventudes en el centro de la conversación
 
En los últimos 5 años, las juventudes en Colombia han reorientado las formas en que se movilizan para hacer visibles sus causas y alzar la voz por la garantía de sus derechos. Esto ha ocurrido precisamente porque a pesar de que las juventudes son el 25 % de la población en Colombia, que contamos con un Estatuto de Ciudadanía Juvenil (Ley 1622 de 2013) y que hoy somos una fuerza para el desarrollo y sostenibilidad en nuestros territorios, parecía que sus necesidades no estaban siendo leídas por aquellos que inciden en su desarrollo integral.
 
¿Esto qué ha ocasionado?
 
Baja credibilidad en las instituciones públicas, alto abstencionismo en jornadas electorales y poca participación en escenarios formales de participación como las juntas de acción comunal, por ejemplo. Y como contrapropuesta a estos mecanismos formales, han encontrado en otras formas de participación no formales, como las movilizaciones sociales, acciones colectivas, parches espontáneos y ejercicios de voluntariado, los escenarios donde logran materializar las causas en las que creen.
 
Entonces ¿Cómo recuperar, construir, y fortalecer la confianza entre las juventudes y la institucionalidad?
 
Las organizaciones de todos los sectores no han sido indiferentes a las movilizaciones en las que las juventudes han alzado su voz y por primera vez en muchos años, esta situación representó en sí misma la mejor oportunidad para que las organizaciones dejaran de hablar, las juventudes dejaran de escuchar y comenzáramos a conversar, y conversar implica desarmar las barreras e intercambiar mensajes.
 
Para avanzar en esas conversaciones, es necesario que tanto las juventudes como la institucionalidad desarmen esos «mitos» que se tienen sobre el otro y abrirse a comprender sus realidades:
 
Juventudes
Mitos Realidades
«El Gobierno no hace nada y todo se lo roba». El Gobierno tiene múltiples iniciativas con las que promueve el desarrollo integral de las juventudes, que siempre serán susceptibles a mejorar.
«El Gobierno no sabe qué queremos». El Gobierno diseña su oferta para jóvenes con base en los retos que vive esta población. Sin embargo, sigue siendo necesario transversalizar el enfoque de juventudes en la oferta institucional.
«El Gobierno tiene recursos para llegar a todo el país y no lo hace». Los recursos públicos y las capacidades del Gobierno son limitadas. El reto: ¿cómo llegar de manera escalada a quien más lo requiere?
 
 
 
 
 
 
Institucionalidad
Mitos Realidades
«Las juventudes no saben lo que quieren».  Las juventudes, desde sus procesos y prácticas organizativas juveniles, reconocen las necesidades de sus pares y sobre ellas manifiestan lo que quieren. Prueba de ello: el Pacto Colombia con las Juventudes.
«Las juventudes son un problema». Las juventudes nunca serán un problema; de hecho son una gran oportunidad para el desarrollo de nuestro territorio.
«Las juventudes no participan». Las juventudes sí participan, solo que no lo hacen mayoritariamente de las formas que el mundo adulto espera.
 
 
Trabajar juntos por un mismo objetivo
 
Según la OCDE (2020), «para reforzar la relación entre los jóvenes y las instituciones públicas, los gobiernos debieran considerar la posibilidad de hacer partícipe a la juventud en todo el proceso de diseño, elaboración e implementación de políticas públicas, y fomentar la creación colaborativa de mecanismos innovadores que incentiven la participación de grupos activistas juveniles no institucionalizados». Es decir, trabajar juntos por el fin que nos convoca.
 
Hoy en Colombia estamos avanzando al respecto. Gracias al Pacto Colombia con las juventudes, donde el Gobierno Nacional conversó con más de 15.000 jóvenes de todo el país, contamos con una hoja de ruta a 10 años con una inversión de más de 33 billones de pesos que contiene las soluciones a muchas de las necesidades de las juventudes.
 
¿Es suficiente? No, el trabajo que viene es el más fuerte e implica mantener la conversación entre gobierno y juventudes para seguir construyendo el país que las juventudes quieren y necesitan.
 
Abelardo Velasquez
Referente de participación Ciudadana y Desarrollo Joven
Dirección de Adolescencia y Juventud
ICBF