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Mayo 20, 2020

Mantener un noviazgo en tiempos de pandemia, posible pero…¡cuidado con el sexting!

Mantener un noviazgo en tiempos de pandemia, posible pero…¡cuidado con el sexting!
Gabriela tiene 15 años y este año empezó grado noveno en un nuevo colegio. Al principio, tenía miedo de no encajar pero, en contra de sus temores, durante la primera semana hizo varias amigas y amigos. Incluso, más adelante, comenzó a salir con Nicolás, un chico de otro curso.
Mantener un noviazgo en tiempos de pandemia, posible pero…¡cuidado con el sexting!
Justo cuando la relación con Nicolás iba mejor que nunca, empezó el aislamiento social a causa de la pandemia y, desde entonces, no se han podido ver. En los momentos en los que más extraña a su novio, Gabriela a través de chats y, en ocasiones, ambos se envían mensajes subidos de tono.

Un día, Nicolás le dijo a Gabriela que la extrañaba demasiado y le pidió que le enviara una selfie mostrando su ropa interior. Gabriela lo pensó porque nunca ha hecho algo parecido y les preguntó a sus amigas qué debía hacer en este caso. Sus amigas le dijeron que eso era “algo que hacían todas las parejas”.

Al principio le pareció difícil, porque su mamá estaba pendiente de ella cuando hacía uso de  su celular o de su computador. No obstante, Nicolás empezó a insistirle hasta que al fin le dijo que, si de verdad lo quería confiara en él pues era la única manera de estar juntos hasta tanto no pudieran verse nuevamente.

Aunque no siempre se sintió cómoda, Gabriela decidió seguir con el juego porque le daba miedo que Nicolás pensara que ella dudaba de él o que era una chica aburrida y empezó a mandarle fotos íntimas.

Un día, cansada de este tipo de conversaciones le propuso a Nicolás que hicieran otras actividades cuando estuvieran conectados, como jugar parchís. Él le respondió que, si quería jugar, la podía incluir en un grupo de WhatsApp en el que había más personas de su edad, y en el que jugaban a ponerse retos.

Gabriela, sin tener muy claro de qué se trataba todo, accedió pensando que podría ser divertido. Sin embargo, apenas se unió al grupo encuentró fotos de chicos y chicas mostrando sus genitales. En seguida le llegó un mensaje de Nicolás diciéndole que enviara una foto de ella o si no la iban a eliminar del grupo.

Ver todas estas imágenes, sumadas a la presión de Nicolás, la hizo estallar en llanto y decidió salirse del grupo por su cuenta y dejar de hablar con Nicolás.

Pasados unos días Nicolás le mandó un mensaje diciéndole que, si dejaba de mandarle fotos, él enviaría las que tenía en su poder a todo el curso. Gabriela sintió mucho miedo de ser humillada.

Angustiada, decidió contarle la situación  a una de sus amigas quien  le escribió que era mejor que haciera caso a lo que Nicolás le estaba pidiendo ya que a ella le acababa de llegar una foto de Gabriela en ropa interior.

Gabriela entró en pánico. No sabía qué hacer. No quería regresar al colegio porque sentía vergüenza de su cuerpo y creía que todos los chicos y chicas de su curso se iban a burlar de ella. Finalmente, decidió que había llegado el momento de pedirle ayuda a su mamá.

¿Qué le pasó a Gabriela?

La historia de Gabriela nos revela que fue víctima de explotación sexual en contextos digitales también conocido como sexting, una forma de violencia sexual muy común hacia niñas y adolescentes que hace referencia al envío de imágenes, textos, audios, videos de naturaleza sexual provocativa, sugestiva o explícita, a través de celulares u otros dispositivos digitales.

La violencia sexual y, en este caso, la Explotación Sexual Comercial es una de las peores formas de vulneración de derechos, que puede llegar a generar múltiples afectaciones, algunas de las cuáles, en principio, pueden no presentarse de manera inmediata.

Algunas víctimas, ya sean niños, adolescentes o adultos, pueden llegar a presentar desordenes alimenticios, depresión, ansiedad, conductas suicidas, trastornos del sueño, baja autoestima y sentimientos de vergüenza o culpa. También pueden presentar problemas en sus  dinámicas familiares, aislamiento y otras alteraciones en su salud mental y emocional.
 
No permitas que el sexting se meta en tus conversaciones

De acuerdo con el programa En Tic Confio del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), el sexting se ha convertido en una actividad muy popular, ya que es vista por muchos como una forma de exhibirse, coquetear o mostrar su compromiso en una relación.

Y aunque para algunos el sexting es consensuado y divertido, en realidad es una práctica bastante riesgosa. Por eso, te damos algunos consejos para no permitir que este riesgo se intrometa en tus conversaciones.
 
  • No aceptes contacto ni solicitudes de amistad de desconocidos en tus redes sociales. Si un desconocido te pide este tipo de contenidos, bloquéalo, cuéntaselo inmediatamente a tus padres y en lo posible, generen el reporte a las autoridades.
 
  • Jamás envíes fotografías en las que expongas partes íntimas de tu cuerpo o selfies sugestivas. No permitas que tus amigos o tu pareja sentimental te presione por ningún motivo.
 
  • Ten presente que enviar este tipo de fotografías NO representa una muestra de amor, ni de confianza, ni de lealtad. Las personas que de verdad te quieren, no te obligan a hacer nada que te haga sentir incomodidad.
 
  • Antes de tomar y enviar una foto reflexiona ¿te haría sentir mal si se hiciera pública? ¿te gustaría que fuera vista por desconocidos, amigos, compañeros de colegio o algún miembro de tu familia? Si la respuesta es no, no la tomes.
 
  • Recuerda que, por más confianza que haya o por más que te prometan que nadie más tendrá acceso esa fotografía que te piden enviar,  nunca podrás tener la certeza al cien por ciento de que ese material no terminará en las manos equivocadas.
 
Aunque, en realidad, la otra persona no tenga la intensión de hacerla pública, le pueden hackear el dispositivo móvil, se lo pueden robar en la calle o puede prestarlo a otra persona que acceda sin permiso al contenido y lo divulgue.
 
  • No olvides que, una vez envías o compartes una imagen en Internet, automáticamente pierdes el control sobre ese material y puede ser copiada, compartida y vista por muchas personas. Si la imagen es comprometedora, el panorama se complica aún más: puede ser utilizada por cualquiera para molestarte, humillarte, extorsionarte e incluso localizarte y hacerte daño.

Finalmente, recuerda que todos somos responsables del buen uso que le damos al internet. Si recibes una imagen de alguien desnudo o en actitud sexualmente sugestiva, elimínala de inmediato ¡No la compartas! Piensa que esa persona puede  estar siendo víctima de sexting. Si pertenece a alguien a quien conoces, avísale para que pueda denunciar.

 
No olvides que…

Este tipo de situaciones son mucho más comunes de lo que crees y no sólo se presentan por acciones malintencionadas de ex parejas, sino que también puede ocurrir por hackeos de tus cuentas o pérdida de tu celular. Por eso, te recomendamos tener cuidado con las fotografías y videos que te tomas. Evita cualquier situación que pueda poner en riesgo tu integridad.

Si te ocurre a ti o a alguien que conozcas, no dudes en reportarlo ante alguna de las entidades que tienen profesionales especializados para atender este tipo de vulneraciones. Denunciar estos delitos no sólo ayuda a las víctimas, sino que también evita que le ocurra a otras personas.

Comunícate desde cualquier parte del país de forma gratuita:

ICBF Línea 141

Línea Purpura 155

Ministerio de Salud Línea 192

Fiscalía General de la Nación Línea 122